NARRACION
Hoy en día es muy difícil encontrar a alguien que te quiera, que te cuide, que de vez en cuando complazca tus deseos, es difícil, muy difícil, sin embargo; Julia y Alberto lo consiguieron, pero acabo con un trágico final.
Julia era la hija del señor de la casa y Alberto era un simple cocinero de la misma.
Llego el día en el que el ayudante de Alberto falleció y que el padre de ella tubiera que hacer un pequeño viaje de negocios. Julia que era todo lo contrario a su padre, una chica atenta y agradable, decidió velar la muerte del señor que desde que ella era muy pequeña le habia puesto el plato de comida sobre la mesa. ella no se pensó ni dos minutos para ayudar en la cocina a preparar el menú, allí estaba Alberto que la dijo unas cuantas veces que no hacia falta que ayudase que todo estaba en orden, Julia insistía tanto que al final se quedo ayudando, ella le vio a el algo que no había visto nunca a los chicos que conocía. Al cabo de los días, en los que su padre no estaba, siguieron conociéndose, empezaron una pequeña relación que deberían llevar en secreto ya que si se enteraba su padre sabia que lo despediría.
Cuando su padre volvió del viaje uno de los sirvientes le contó que su hija había estado muy unida a un cocinero, el padre se fijo mas de lo habitual en lo que hacia Julia y confirmo lo que le digeron.
el furioso despidio a Alberto sin dar ninguna explicacion, sabia que ese muchacho acababa de destrozar los planes que tenia parea su hija, el quería casarla con un hombre de una familia tan importante como a la que pertenecían.
Julia decidió encerrarse en su habitación hasta que el volviese, ya que se había mudado a otra ciudad para trabajar por que su madre enferma necesitaba medicinas que eran bastante caras.
Para cuando volvió ya era demasiado tarde, Julia había muerto en su habitación por no beber, no comer, en fin se la encontraron en su habitación, tirada en el suelo, al lado de la ventana.
El padre de Julia se mudo a otra ciudad ya que no podía vivir en casa en la que su hija había muerto.
Julia era la hija del señor de la casa y Alberto era un simple cocinero de la misma.
Llego el día en el que el ayudante de Alberto falleció y que el padre de ella tubiera que hacer un pequeño viaje de negocios. Julia que era todo lo contrario a su padre, una chica atenta y agradable, decidió velar la muerte del señor que desde que ella era muy pequeña le habia puesto el plato de comida sobre la mesa. ella no se pensó ni dos minutos para ayudar en la cocina a preparar el menú, allí estaba Alberto que la dijo unas cuantas veces que no hacia falta que ayudase que todo estaba en orden, Julia insistía tanto que al final se quedo ayudando, ella le vio a el algo que no había visto nunca a los chicos que conocía. Al cabo de los días, en los que su padre no estaba, siguieron conociéndose, empezaron una pequeña relación que deberían llevar en secreto ya que si se enteraba su padre sabia que lo despediría.
Cuando su padre volvió del viaje uno de los sirvientes le contó que su hija había estado muy unida a un cocinero, el padre se fijo mas de lo habitual en lo que hacia Julia y confirmo lo que le digeron.
el furioso despidio a Alberto sin dar ninguna explicacion, sabia que ese muchacho acababa de destrozar los planes que tenia parea su hija, el quería casarla con un hombre de una familia tan importante como a la que pertenecían.
Julia decidió encerrarse en su habitación hasta que el volviese, ya que se había mudado a otra ciudad para trabajar por que su madre enferma necesitaba medicinas que eran bastante caras.
Para cuando volvió ya era demasiado tarde, Julia había muerto en su habitación por no beber, no comer, en fin se la encontraron en su habitación, tirada en el suelo, al lado de la ventana.
El padre de Julia se mudo a otra ciudad ya que no podía vivir en casa en la que su hija había muerto.
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